domingo, 26 de junio de 2011

"Caminar preguntando"

Caminar preguntando” es una expresión que proviene del movimiento zapatista. Creo que hace alusión a la necesidad de ser conscientes de hacia dónde nos dirigimos, y qué lugar queremos construir para tener una vida más digna y coherente con nosotros mismos, y las generaciones venideras. La poesía es una invitación a caminar preguntándonos quiénes somos, cuáles son nuestras raíces, cuales nuestros miedos y nuestras esperanzas, conjugando en un profundo equilibrio, pasado y futuro, temores y esperanza, soledad y comunión con el otro.

José Ángel Valente decía que la poesía es un gran caer en la cuenta, una especie de revelación en mitad de la desgarradora oscuridad en la cual nos movemos. “Permanencia en el tránsito” plantea enfrentarnos a nuestra propia vida y tomar posesión verdadera de ella y del tiempo histórico y político en los que se desarrolla. Para ello he propuesto, como punto de partida, cuatro niveles -sé que podrían ser muchos más- suficientemente significativos e intensos de nuestra esencia más arraigada: Tránsito hacia el Tiempo, Tránsito de Raíz, Tránsito de Humanidad, y Tránsito de Piel. Creo que dichos epígrafes son claros respecto a los contenidos que tratan, y rechazaré la tentación de hablar de cada uno de ellos en este momento…

“Todos somos poetas en tránsito, la poesía jamás se queda inmóvil” nos informa, sabiamente, José Emilio Pacheco. Siendo verdad esta afirmación y sintiendo un pudor, casi, inconfesable por matizar las palabras de un verdadero maestro, yo añadiría algo más a la brillante poesía del autor mexicano. Añadiría que todos somos personas en tránsito, que la vida jamás se queda inmóvil…

Miguel Velayos